El sistema de salud del Norte de Santander planteó a las autoridades nacionales colombianas la posibilidad de hacer una afiliación masiva de la población migrante venezolana como una de las alternativas para poder enfrentar, adecuadamente, toda la presión generada por la atención a este grupo.
Así lo señaló el Secretario de Salud Departamental del Norte de Santander, Juan Bitar, quien reconoce que los costos de esta propuesta son altos pero a cambio de darle un orden a esta situación que involucra no solamente la población legalmente registrada en el país sino también al enorme flujo de población pendular que llega a Colombia solamente en busca de atención médica.

“Nosotros necesitamos una población sana, que pueda trabajar, que pueda generar progreso en el Norte de Santander y en otras regiones del país”.
Señala el profesional de la salud que este Departamento colombiano está recibiendo la mayoría de los migrantes venezolanos, “un 90 por ciento de la migración venezolana pasa por el Norte de Santander”.
Los servicios de salud del departamento tienen ya una deuda de 68 mil millones de pesos producto de la demanda de prestaciones de servicios por parte de la población venezolana migrante y pendular. “En lo que va corrido del 2019 hemos atendido tres veces de lo que se atendió en el 2018 y solamente van seis meses. De 18 mil atenciones de cooperantes pasamos a 83 mil atenciones. De 38 mil atenciones en la red pública ya vamos en 42 mil atenciones, quiere decir que, a pesar de todo, se está prestando el servicio de salud”.
Sobre enfermedades provenientes de Venezuela el funcionario señaló que tanto el brote de sarampión como el de difteria fueron controlados. “Hemos estado haciendo la tarea con todo el proceso de vacunación: 122 mil dosis de vacunas aplicadas a venezolanos y 500 mil a colombianos. Con esto hemos logrado disminuir la carga de la enfermedad en todo lo que tiene que ver con sarampión y difteria que fueron las que más nos asolaron”.
Sobre el tema de la malaria indicó que se controló un brote que se presentó en Tibú de origen venezolano. Bitar manifestó que ante estas circunstancias es necesario ampliar la cobertura de atención en el régimen contributivo de salud y subsidiado de la población migrante.
“Adicionalmente debemos establecer un sistema de información con control biométrico para saber dónde está esta población venezolana, a donde están acudiendo, quien los está atendiendo y cómo podemos hacerle seguimiento, sobretodo, aquellas que presentan patologías crónicas que no se han podido atender en este momento porque la ley solamente nos lleva a atención inicial de urgencias”.
Reconoce que, para el sistema de salud del Norte de Santander, la situación es bastante difícil y compleja pero manifiesta que el departamento la asume con responsabilidad en todo lo que tiene que ver con la atención, especialmente en el Hospital Erasmo Meoz.
“Estamos sobresaturados tomando en cuenta que Venezuela no cuenta en estos momentos con los servicios médicos complementarios , ni los medicamentos para la atención a estos pacientes”
Por: Alans Peralta