El gobierno de Sebastián Piñera deportó este domingo a 56 migrantes venezolanos, quienes presuntamente habrían cometido delitos o habrían ingresado de forma irregular al país.
La noticia fue dada a conocer por el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, y por el director del Servicio Nacional de Migraciones, Álvaro Bellolio. Los venezolanos habrían sido abordados en un avión en el Aeropuerto de Santiago y tras una parada en Iquique, habría continuado hasta Caracas.
En sus declaraciones el ministro Delgado aseguró que el proceso se llevó a cabo “siguiendo cada detalle de la legislación vigente, de los acuerdos internacionales siguiendo los protocolos, indicaciones y recomendaciones de la ONU”.
Asimismo, indicó que los deportados “ya cumplían condenas por delitos referidos a tráfico de personas, narcotráfico y robo con violencia” o “entraron de manera clandestina a Chile”.
Organizaciones repudiaron la actuación
Activistas por los Derechos Humanos de los migrantes rechazaron la actuación del ministro del Interior de su país y lamentaron los hechos.
El director del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, Sergio Micco, se refirió a la medida detallando que algunas de las expulsiones fueron ilegales. Mientras que la Defensora de la niñez, Patricia Muñoz, calificó las actuaciones del gobierno como repudiables y sin el debido proceso.
Con información de Deutsche Welle
Prensa Frontera Viva