El principal refugio y centro de asistencia humanitaria para caminantes y migrantes venezolanos en la ciudad de Bucaramanga cierra sus puertas este 30 de enero dejando sin alternativa de atención a cientos de personas.
Y es que Pereira y su equipo de voluntarios lucharon durante meses en contra de la persecución adelantada por algunos funcionarios de la anterior administración municipal, políticos, amenazas de grupos irregulares, la incomprensión de sus vecinos, la falta de recursos, la indiferencia de organizaciones de ayuda humanitaria y la creciente ola xenófobica alentada de forma irresponsable por algunas personas.
“Lamentamos aun más dejar desasistidos a toda la población migrante que aún no ha sido asumida por ninguna instancia de gobierno”.
“Qué solo en lo que va corrido del año en curso ya van asistidos por la Red Humanitaria desde Cúcuta a Berlín 40.150 caminantes”. Dijo.
Señala que su cierre “es temporal” señalando que obedece “a la presión de la comunidad de acogida y la falta de co-responsabilidad de los entes gubernamentales: alcaldía y gobernación”.
También tiene palabras de agradecimiento para con medios de comunicación, donantes colombianos, comunidades religiosas, ONG internacionales de apoyo y la Policía Nacional de Colombia.
En estos momentos la Fundación convoca la solidaridad de todos para reunir 700 dólares necesarios para poder cumplir con el proceso de mudanza y los gastos que esto implica.
Corresponsal Frontera Viva Alans Peralta Mora.