Sofos de Mileto
Se encuentra en Segunda Discusión el Proyecto de Ley de Ciudades Comunales. Contiene 59 Artículos, 1 Disposición Transitoria y 2 Disposiciones Finales. 10 Artículos fueron aprobados en Segunda Discusión el 22 de junio de 2021 y luego se suspendió la plenaria. En nuestro criterio, ello obedeció a una espera de lo que sucedería en la Mesa de Negociación y Diálogo en México, sin que el régimen abandonara definitivamente su intención en continuar hacia la aprobación definitiva de esta normativa. Vuelta añicos la mencionada Mesa, por el caso Saab, es indudable que el régimen arremetará con esta ley y la del Parlamento Comunal Nacional, para darle un cierre final a su perversa pretensión de llevarnos, con todos sus malévolos efectos, hacia el Estado Comunal.
Maduro ya había anunciado esta ley en enero de 2021 y hasta le había puesto fecha de sanción para el 24 de junio pasado, con ocasión del Bicentenario de la Batalla de Carabobo. Sin embargo, en la Ley Orgánica del Poder Popular, sancionada en diciembre de 2010, ya en el Artículo 15, se incluía a la Ciudad Comunal como una instancia del Poder Popular para el autogobierno, como “constituida por iniciativa popular mediante la agregación de varias comunas en un ámbito territorial determinado.” Y eso efectivamente ha sido ratificado, específicamente en el Artículo 2 aprobado en segunda discusión de su ley especial, insistiendo que se trata de una agrupación de comunas que comparte una afinidad que puede ser cultural, histórica o geográfica.
Ahora bien, es necesario advertir las líneas gruesas que esta ley comparte en forma idéntica con las demás leyes que integran el denominado Poder Popular, que llevarán al país a adoptar el Estado Comunal, y en donde desaparecerá la República como organización política y social que nos hemos dado desde la independencia, y a aceptar una figura que transgrede al Estado Constitucional.
Lo primero es ratificar que esta ley de Ciudades Comunales, como las demás, mal interpreta el principio de la democracia participativa y protagónica, confundiendo incluso algunos mecanismos constitucionales para hacer efectivo ese derecho, con la asamblea de ciudadanos, para transformarla en los consejos comunales. Se dice que el pueblo ahora sí gobierna, porque es quien va a tener el poder popular, en ejercicio de la democracia participativa y protagónica. Pero esto es una falacia, porque todas estas leyes comunales borran de un plumazo a la democracia representativa, mediante la cual los ciudadanos elegimos a nuestros representantes en los cargos de elección popular. Ya no habrá más verdaderas elecciones universales, directas, secretas y libres. Ya no podremos elegir a nuestros munícipes, a nuestros alcaldes, a nuestros gobernadores, a nuestros disputados regionales, nacionales y menos al Presidente de la República. Porque la supuesta única forma de expresión de la maltratada soberanía popular será la democracia participativa, y eso solo para elegir desde las comunas a los voceros de las ciudades comunales y del parlamento comunal, que tiene un ámbito de incidencia territorial, geográfico, solo en la localidad donde pretenden hacerlas actuar. Y como gran parte de los recursos que dispondrán, según el propio proyecto de ley, provendrán del presupuesto central y de los ingresos adicionales que ingresen a la nación, con tal cual recurso que autogestionarán, pues estarán bajo el lineamiento, la directriz, las órdenes del poder central del régimen, Es decir, será el partido único de gobierno, el PSUV, el que dará los mandatos de cómo, qué y cuanto hacer en la ciudad comunal. Así de simple.
Otra línea gruesa en la Ley de Ciudades Comunales es que ella debe contribuir a la construcción del Estado Comunal y bajo el tránsito hacia la sociedad socialista, siguiendo el Plan de la Patria. Esto lo preceptúan la Disposición Final Primera y el Artículo 5.
Queremos graficar de manera sencilla cómo, de instaurase las ciudades comunales, ellas van a incidir en la vida diaria, en el quehacer rutinario, en el desarrollo de los ciudadanos, que ya no serán tales como sujetos políticos, sino mero residentes comunales, dentro del ámbito geoespacial de las mismas.
Resulta que una instancia de poder en la Ciudad Comunal es el Consejo Ejecutivo de Gobierno instancia que dará cumplimento a las decisiones del Parlamento Comunal, llamadas Cartas Comunales. Ejecutarán todos los lineamientos estratégicos y económicos establecidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Ciudad Comunal, así como también articular sus actividades con las Comunas y sus Unidades Integrales de Gestión. Para ello se valdrá, en principio, de 11 Comités de Gestión adscritos a ese Consejo Ejecutivo de Gobierno, que dirigirán toda la vida de la Ciudad Comunal y de sus habitantes. Veamos
El Comité de Tierra Urbana, Vivienda y Hábitat: es lógico pensar que estará inmiscuido en nuestras viviendas, en nuestras propiedades inmobiliarias, en nuestros hogares, en nuestros terrenos. Serán ellos los que señalarán si una vivienda, una casa, un apartamento, un local comercial está o no ocupado, si el terreno de propiedad privada debe pasar a ser de propiedad colectiva o social, si para una ampliación, remodelación o construcción el propietario puede tener o no los permisos y acceso a los materiales de construcción.
El Comité de Calidad y Cobertura de Servicios Públicos: Será el encargado de incorporar en la lista a los privilegiados que podrán hacerse de una bombona de gas, de que le llegue agua suficiente y de calidad a los grifos de las casas o locales, de reparar un daño público en las acometidas, transformadores y cableado que dan acceso de energía eléctrica a los establecimientos, de que el aseo domiciliario recoja los desechos y residuos con regularidad.
El Comité de Salud: será el encargado de dar acceso a los servicios públicos de salud, de que los niños reciban la vacunación a tiempo, de que en los CDI atiendan una emergencia o de que en los centros hospitalarios controlados por la administración del régimen, un enfermo en estado de shock pueda ser visto con la urgencia del caso.
El Comité de Economía y Producción Comunal: en principio seguro que ordenarán que cualquier pedazo de tierra ociosa o recreativa sea transformada en sembradíos de yuca, topocho y papa. Y a los ferieros y mercados populares ubicados en el área de cobertura geográfica de la ciudad comunal se les autorizará para que vendan los productos, víveres y verduras que cumplan los requisitos previos impuestos por tal comité.
El Comité de Ecosocialismo será el que defina cuáles serán los recursos naturales a los que la ciudad comunal tendrá acceso, como manantiales, acueductos rurales, no dejando de anunciar a vox populi que el capitalismo salvaje se ha tragado esos recursos naturales renovables o no, y que el marxismo es un justo distribuidor de los mismos para que lleguen a toda la población de la ciudad comunal, bajo las ventajas de su administración.
El Comité de Mujeres, Equidad e Igualdad de Género establecerá una serie de políticas y acciones para que no haya ninguna discriminación ni diferencia de género, colocando por encima a los intocables derechos de las comunidades minoritarias y otras que se han globalizado, por encima de los valores e instituciones de la familia. Tal vez apliquen estudios muy serios para que él sea ella y viceversa o terminemos todos en la justa expresión de elle.
El Comité de Defensa y Seguridad, pues ya anunció su propósito Maduro. Deben avocarse de inmediato a constituir el Sistema de Defensa Comunal, para defender a la patria de cualquier intromisión e intervención imperialista, para lo cual no solo los voceros y adeptos del régimen serán dotados del respectivo armamento, sino para que la milicia por fin salga del chinchorro y espante el sueño. El uso de las armas solo será controlado por este comité, por lo que muy fácilmente podrán ser usadas por todos los grupos delincuenciales, bandas y grupos irregulares que operan dentro de la ciudad comunal.
El Comité de Familias Niños, Niñas y Adolescentes tendrá pleno gobierno en muchas decisiones de carácter familiar, en las que los valores del socialismo prevalecerán sobre los del respeto, responsabilidad, obediencia, compromiso y solidaridad intrafamiliar.
El Comité de Recreación y Deportes será el que autorice quiénes tendrán derecho a usar los espacios recreativos y deportivos, cómo serán las competencias atléticas y no es de extrañar que impongan sus propias reglas para el desarrollo de una particular disciplina deportiva.
El Comité Educación, Cultura y Formación Socialista, tal como lo hace ver su denominación, exigirá que en las escuelas, liceos y universidades públicas y privadas ubicadas en la ciudad comunal se incorpore en el contenido programático, en vez de formación ciudadana y cívica, la historia distorsionada y la ideología socialista en intensa acción de adoctrinamiento, en búsqueda del “hombre nuevo” del socialismo radical, para consolidar una nueva hegemonía cultural.
El Comité de Equipamiento e Infraestructura Urbana dirigirá todo lo relacionado con las edificaciones, vías, construcciones públicas, construyendo, reparando y manteniendo aquellas que su discrecionalidad y temporalidad lo indiquen.
Lo anterior no es un chiste. Es la realidad de lo que se avecina de dejarnos implantar las ciudades comunales. Esto es el comunismo neomarxista en su máxima expresión. Los venezolanos tenemos que rechazar que se nos encierren en especies de campos de concentración focalizados dentro de una limites geográficos locales, desde, hacia y donde el libre desplazamiento, desarrollo de la personalidad e integración en la vida nacional resultará totalmente prohibido y hasta penalizado.
Tenemos que rescatar la Republica, retomarla de maneta mejorada con sus principios y valores de libertad, bienestar y progreso común. Y tenemos que repudiar esas ciudades comunales, que nos convertirán en auténticos zombies.