
Mientras el mundo continúa padeciendo la pandemia de COVID-19, la ONU y la Cruz Roja pidieron a los gobiernos que toda la población pueda acceder a las vacunas que se están elaborando.
“Una vacuna popular debería proteger a los ricos en ciudades y a los pobres en comunidades rurales, a los ancianos en residencias y a los jóvenes en campos de refugiados. Un contrato social para una vacuna popular contra el COVID-19 es un imperativo moral”, puntualizaron en un comunicado.
Además, frente a la actual crisis de salubridad, ambas organizaciones hicieron hincapié en priorizar a la población más vulnerable.

Finalmente, recalcaron la necesidad de continuar con campañas informativas para que la población sepa cómo protegerse para evitar infectarse de coronavirus.
“La solidaridad global debe prevalecer y no debe dejarse a nadie atrás”, concluyeron.
Con información de EFE
Prensa Frontera Viva