
Con el objetivo de encontrar un tratamiento eficaz contra el COVID-19, 40 mil trabajadores de la salud en Europa, África, Asia y América del Sur probarán si la cloroquina y la hidroxicloroquina podrían funcionar en pacientes contagiados.
“La única forma en que podemos descubrir si las cosas son beneficiosas en general es realizar ensayos clínicos grandes y bien realizados”, aseguró Nicholas White, coinvestigador principal del estudio.
De tal forma, médicos de varios países participarán en un ensayo global. Durante el estudio, quieren determinar si ambos medicamentos, usados contra la malaria, sirven para contrarrestar al nuevo coronavirus.

Por ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos mantiene una advertencia sobre el uso de la hidroxicloroquina. Mientras tanto, esperan resultados más certeros sobre su funcionalidad contra la pandemia.
Con información de Reuters
Prensa Frontera Viva