Sebastiana Barráez @SebastianaB
Exclusivo para Frontera Viva
El presidente y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia les pidieron a los trabajadores y jubilados del máximo tribunal que el 01 de diciembre, para iniciar la celebración de la Navidad, llevaran una cava térmica porque les entregarían productos refrigerados como parte de los obsequios de la Navidad. “Mi compadre se fue a comprar la cava porque él no tiene, mientras que yo fui a limpiar la mía, aunque mi mujer decía que estaba un poco pequeña”, le dijo a Frontera Viva uno de los extrabajadores invitados a buscar su regalo anual.
“Los tres años anteriores habían sido un fiasco y una burla con los ofrecimientos del pernil, pero esta vez alegaban que habría otros productos. Nuestras expectativas se fueron desinflando y transformando en rabia, porque se burlaron de nosotros. La situación fue peor solo una bolita de queso y una bolita de jamón”, manifiesta una mujer que, aunque “con dolencias de la vejez”, acudió para no perder la oportunidad de recibir lo prometido.
“El presidente del Tribunal Supremo, Maikel José Moreno Pérez, nos faltó el respeto, nos humilló en la dignidad como persona a los trabajadores activos y jubilados. Le voy a relatar cómo ocurrieron los hechos”.
Describe que desde las 6 de la mañana empezaron a llegaron los jubilados que venían desde los estados Carabobo, Cojedes, Aragua, La Guaira, así como Valles del Tuy y Charallave de Miranda, y por supuesto de Caracas. “Son horas de viaje”.
Cada uno llegó con su cava y bolsos térmicos, “porque nos habían dicho que era obligación para no manchar el piso del TSJ. Además había que hacer la fila para retirar la proteína tipo obsequio, que distribuirían a partir de la 1:00 de la tarde, según señaló el comunicado”.
Con estoicismo los jubilados esperaban a que se hiciera la una de la tarde. “Justo a esa hora informaron que había retraso con los transportistas de las proteínas, por lo que debíamos esperar hasta las 4 y 30 de la tarde. Habíamos estado llevando sol, lluvia, pasando hambre, sed, pero no se permitió el acceso del personal para almorzar, debido a que el TSJ no tiene logística alimentaria. Algunos les dijeron a quienes coordinaban ese operativo que el trabajador costeaba el almuerzo pero no lo aceptaron”.
Lo peor es la Asociación
En medio de la desorganización que reinó en el lugar, el cansancio de los trabajadores por las horas de espera, y cuando agotados sin creer que habría algo peor, les dijeron que solo les iban a entregar era una ración pequeña de queso amarillo y una de jamón. “Así como lo oye, no era más que una bolita de queso y otra de jamón que cabía en la mano”.
“Lo que causó fue rabia, molestia e indignación semejante entrega de proteína que iba a manchar los pisos e instalaciones del TSJ. Las cavas térmicas regresaron vacías para los hogares. Hubo trabajadores que prefirieron irse del lugar para no tener que calarse esa espera hasta las 10 u 11 de la noche, después de haber permanecido en el TSJ todo el día sin desayunar, almorzar y cenar solo para recibir esa bolita de queso y jamón”.
“Después de toda esa burla dijeron que ese día no entregarían el pernil, el pollo ni la carne, sino que la entregarían al día siguiente porque el transporte se accidentó. Ningún Magistrado, ninguna Magistrada, ni directiva del Máximo Tribunal se presentó para dar la cara, para presentar soluciones a la problemática que no es la primera vez que ocurre, sino que es recurrente en los cuatro años de gestión del Presidente del TSJ, Maikel Moreno”.
En el caso de los jubilados responsabilizan a la Asociación de Jubilados que tomó el control de entrega, degenerando en un proceso muy lento, que se transformó en desconsiderada para los jubilados, algunos de ellos de bastante edad. “Eso pasa todos los años. Siempre es lo mismo. Cuando uno llega al TSJ para anotarse en una lista, que ya de manera mágica tiene más de 100 persona anotadas, mientras no hay ni 20 personas presentes. Ahí comienza el calvario”.
“A partir de ahí la Asociación de Jubilados se apropia del derecho que nos asiste, enviándonos a hacer una fila cuando no ha llegado nada. Una vez que por fin empieza la entrega de los productos, lo hacen de la manera más lenta posible, quizá para causar el cansancio. El 01 de diciembre ayer, la situación fue peor, aunque está pasando desde hace varios años”.
A quienes reclamaron por lo sucedido les dijeron que “la culpa es del TSJ”. Mientras por una parte el TSJ repartía a los empleados y a las 6 de la tarde ya había repartido casi el 90%, pero los jubilados estaban muy atrasados.
Por otra parte, es importante resaltar que la Asamblea Nacional está entregando a su personal, combos con mucha frecuencia, que incluyen: queso, jamón, salchichas ahumadas, el cartón de huevos, además del combo higiénico que incluye lavaplatos, cloro y otras cosas. A la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM), por su parte, les dan cada mes o mes y medio, un pollo beneficiado.
