FacebookXTelegramWhatsAppMessengerPinterestEmailCopy LinkShare

En diálogo con Infobae, el general de brigada Martín Guillermo Lon Blanco afirmó que los golpistas “sufrieron una derrota aplastante por parte de una minoría de oficiales”

Sebastiana Barráez @SebastianaB

“Ellos (los golpistas) el 27 de noviembre de 1992 sufrieron una derrota aplastante por parte de una minoría de oficiales, los mejores”, asegura el general de brigada (Av) Martín Guillermo Lon Blanco, al referirse a lo sucedido en la intentona golpista del 27N, cuando oficiales de la Aviación, liderizados por el general Francisco Visconti y el coronel Luis Reyes Reyes, así como los altos oficiales de la Armada Hernán Gruber Odremán y Luis Enrique Cabrera Aguirre, intentaron derrocar al entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez.

Lon Blanco egresó de la Escuela de Aviación Militar (EAM) en 1977, promoción “Teniente Piloto Rafael Pérez Neuville”. Fue piloto de aviones de caza, instructor de la Escuela de Aviación, voló Mirage, Mirage 50 y F16 y comandó el Grupo Aéreo de Caza Nro 11. Ahora vive en Madrid y confiesa que no le es fácil. “Aquí no tienes seguridad social, tu familia tiene que conseguir todo”.

“Usualmente la Historia es el manual de supervivencia de un país, pero si tiene una historia falsa, el país se mantiene en ese remolino del que no sale y siempre buscando echarle la culpa a otro. ¿Cuántos corruptos militares y en que magnitud hubo en 1992 y cuántos millonarios militares hay en el 2020?”, se pregunta Lon Blanco en entrevista exclusiva con Infobae.

Explica que ese 27N “todos los aviones estaban concentrados para las prácticas del 10 de diciembre y tenían el 100% de los aviones disponibles en la Base Aérea Libertador de Maracay”.

Así quedó el muro del Palacio de Miraflores durante el intento de golpe el 27N. Foto tomada de Infobae.

Hubo bombardeos a la población civil y a los soldados de la Brigada de Paracaidistas. Después decían que cómo era posible que un F16 le disparaba a un OV-10 Bronco, pero el OV-10 venía de matar civiles y está filmado”.

El comandante del desfile del 10 de Diciembre era el Comandante de la Base Aérea Libertador (BAEL), general Juan Antonio Paredes Niño; el jefe de Operaciones del desfile era el Coronel Arturo García y el Jefe de Operaciones era Lon Blanco. “Ese 27 solo teníamos dos aviones y tres pilotos; dos oficiales excelentes y un traidor. Cuando se ve la lista de quienes estaban en el golpe, el 25% era de la Fuerza Aérea. El 18 o 20% nos opusimos. ¿Dónde estaba el otro 54%? Tipos oportunistas y cobardes, peores que los alzados, porque éste estaba equivocado, pero creía en su error, mientras ese 54% estaba esperando cómo sacar ventaja”.

Recuerda que después de 1992 “le dimos 6 años más al poder político para rectificar, corregir y sanar, pero eso no pasó. Nosotros nos convertimos en los malos si no aceptábamos que los golpistas fueran enviados de cónsules, gobernadores o los reintegraran a la Fuerza Armada, y nos decían que nos fuéramos nosotros”.

El vuelo de un avión Bronco el 27N. Foto tomada de Infobae.

En cuanto a lo sucedido con la revolución asegura que “el cambio lo que ha hecho es envilecer la sociedad venezolana. El hombre nuevo que buscaron crear se ha convertido en hombre lobo del hombre, como decía Hobbes, donde todo mundo trata de sacar ventaja del otro”.

Considera el general Lon Blanco que razón tienen historiadores como Pino Iturrieta o Carrera Damas, al decir que “mientras el culto bolivariano sea lo que es, vamos a tener estos problemas, más aún cuando en la casaca de Simón Bolívar, metimos a Fidel Castro y a Chávez”.

Es un convencido de que “no tenemos estadistas. Tenemos quien sabe tomar decisiones a corto y cuando mucho a mediano plazo, pero no a largo plazo. El desastre del país no empezó en las fuerzas armadas. ¿Qué lo empeoró? Si, porque la sociedad venezolana premió a lo peor que había en las anteriores fuerzas armadas”.

GB (Av) Martín Guillermo Lon Blanco. Foto tomada de Infobae.

– ¿Qué significó para Venezuela el 4F y el 27N de 1992, los dos intentos de Golpe de Estado contra el presidente Pérez?

– Seis millones de exiliados, 300 mil millones de dólares de venezolanos en el exterior. La crisis del 92 fue de percepción; se pensaba que el barraganato era malo y fue sustituido por los harenes, se criticaba la corrupción de los 12 apóstoles y los cambiaron por los 40 ladrones de Alí Babá y cuidado si no son 400. Ahora Venezuela está viviendo una crisis real, infinitesimal. La peor situación venezolana, que podría ser como la de ahora, fue la caída de la Segunda República, con la diferencia que en lugar de irse seis millones de personas hubo una gran cantidad de muertos.

Le puede interesar.  Dos generales intentaron frenar el fallido golpe de Estado de Hugo Chávez en 1992, pero no fueron escuchados: el informe secreto

– Se avecina el 27 de Noviembre de 1992, para unos fecha de héroes, para otros traición a la institución castrense. ¿Usted cómo la califica?

– El 27N se ha convertido en una épica, basada en mentiras. Hay que preguntarse cuáles fuerzas armadas fueron más íntegras, si las del 92 o las de ahora. El 27N fue una derrota total para ellos (para los alzados), dicen que fue el primer día que hubo combates aéreos en Venezuela y probablemente fue así, pero los perdieron todos; y se dieron sólo para evitar que continuasen los bombardeos sobre civiles en Caracas y Barquisimeto, donde les lanzaron cohetes a personal civil. El que fue “líder” ese día, hoy está relegado por los chavistas y el actual Gobierno.

– ¿Tenía algo de novedoso esa acción?

– Venezuela lleva 210 años como país independiente, solo el 19% del tiempo ha habido sucesión electoral, el 81% ha sido revoluciones, con cambio de Constitución, por eso hemos tenido 27, el resto Golpes de Estado. Se regresó a la vieja costumbre del partido militar bolivariano, a la costumbre de la sucesión violenta y al uso de las armas de la República contra ella misma; ese es el mayor hecho de corrupción militar, porque ahí se está siendo desleal, aparte de cobarde y artero, de traicionar a los superiores, a compañeros, a subalternos y a quienes nos dan el sable.

Cabrera Aguirre (Der), Diosdado Cabello (centro) y Alm Pinto Blanco (Izq). Foto tomada de Infobae.

– ¿No lo justifica por la molestia que existía entonces por temas como corrupción, barraganato, etc?

– Había formas distintas de protestar y estaban en los reglamentos: pide la baja, se inscribe o funda un partido político y dice lo que quiera, pero en servicio activo tales cosas no pueden suceder. Ellos nos ven, como dice el Manual del Che Guevara, ser tratados como la clase derrotada y efectivamente la seguridad social del personal militar es una vergüenza y la gente va al Hospital Militar a morir de mengua. Hay militares ancianos en el exterior, pero lo lamentable es que también hay oficiales jóvenes que solo han conocido esta época y también se han tenido que ir.

– Los ascensos fueron un tema álgido entonces.

– Si hubo ascensos injustos en la Cuarta República, qué significa un ascenso hoy, donde el precio mayor es la lealtad y la delación. ¿De quién liberaron al país? ¿De los Estados Unidos? Si es del imperialismo, ¿qué lo hace distinto al imperialismo chino?

– ¿Qué significa para un militar utilizar las armas de la República contra la institucionalidad?

– Es lo que sería en una persona un accidente cerebro vascular. Le puedo asegurar, por mí y por mis compañeros, que eso era inconcebible para nosotros. Tuvimos el mismo estupor que cualquier civil, con un agravante, el dolor cuando sabía quiénes los felones que estaban cometiendo ese crimen político y después de lesa humanidad y patria. Los civiles deben darse cuenta de que las fuerzas armadas son un reflejo de ellos mismos.

El precio mayor es la lealtad y la delación, dice sobre los ascensos el GB Lon Blanco. Foto tomada de Infobae.

– Sin duda, reflejo de la sociedad civil.

– Cuando ve los oficiales involucrados el 4F y el 27N, se pregunta ¿cómo pudieron sobrevivir los oficiales felones, hasta el grado de general, almirante, teniente coronel? ¿Cómo se introdujo ese tipo de pensamiento antidemocrático, ese marxismo con populismo? Muchos de esos golpistas, de mis compañeros, han recibido al final un trato peor que el recibido por mí, porque desde 1992 sabíamos que éramos enemigos, pero entre ellos ahora el tamaño de los arrepentimientos son astronómicos. Los comandantes del 4F y los del 27N vea dónde están.

Le puede interesar.  Bolsonaro rechaza intento de golpe de Estado de sus seguidores

Creyeron que llegaban al poder, pero el único que llegó fue Hugo Chávez; el resto terminó de subalterno y los militares terminaron como la celestina de dirigentes políticos, ganaron el repudio de la sociedad civil y perdió la institución.

Cuando una institución militar cae en la arena política lo hace a costa de su integridad; eso fue lo que más perdimos. Los que se quedaron por haber sido compañeros de esas personas y Chávez, pasaron a ser lacayos, súbditos; el militar venezolano en otros países pasa trabajo en libertad y es preferible que andar lamiendo la cadena con la que lo tuvieran atado. Un militar de verdad, entrenado para cumplir su misión en un buque, avión o tanque de guerra, lo menos que quiere es poder político.

– ¿Quién se benefició entonces del 4F, 27N y Chávez en el poder?

– Si hace un gráfico de redes con todos los que han sido ministros, viceministros, embajadores, ahora millonarios, descubrirá que el factor común del 90% de ellos es ser descendientes o parte y parte de la lucha armada. Chávez le dijo a los militares “no quiero saber nada de ustedes, aquí el jefe soy yo”. Una semana después que Chávez llega al poder, lo primero que hizo Pablo Medina, refugiado ahora en EEUU, fue sobreseer y eliminar los expedientes de todos los que participaron en la lucha armada.

Un periódico de la época dice que el Golpe fracasó otra vez el 27N y antes el 4F. Foto tomada de Infobae.

– ¿Cómo describe a un militar?

– Es un civil entrenado, con fecha de vencimiento como militar, después pasa a ser civil. En Venezuela eso no se daba así, el militar retirado pasaba a ser una clase aparte, no era clase media ni pobre, era un ser execrable y ahora más.

– General, yo difiero de usted, porque antes el militar, cuando se aproximaba a los 30 años de actividad, se disponía a pasar a retiro. No lo percibía execrado. Distinto ahora, siendo reserva activa, no los atienden con consideración ni en los Hospitales Militares y tienen prohibido entrar a instalaciones castrenses.

– Tiene razón. El retiro siempre era traumático, porque los oficiales no éramos preparados, como en países avanzados, para el retiro y con destrezas laborales para la vida civil. Antes no era tan difícil porque el poder adquisitivo de la pensión valía algo, ahora no vale nada. Siempre vamos a tener problemas cuando los civiles ven a los militares como el último árbitro, porque un militar nunca puede ser árbitro de ningún sistema político; la esencia de lo militar es una herramienta política, somos una herramienta política del Estado, no somos el mecánico, no somos el cerebro, ni siquiera la mano que maneja la herramienta.

– ¿La Oposición debe tener un Ejército?

– No, pero debe ser consciente de que debe usar respuesta política y respuesta militar, al mismo tiempo, pero eso no está sucediendo. El seguro de vida que tienen los sistemas totalitarios, populistas y marxistas modernos, es la amenaza de guerra civil; si los militares activos se alzan, no le importa porque el 60% son milicianos, además tiene hampa organizada que puede usar con fines políticos. Es una cosa de tener al país, a la fuerza armada, como un rehén.

Tomada de Infobae

FacebookXTelegramWhatsAppMessengerPinterestEmailCopy LinkShare

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí