A 123 metros sobre el nivel del mar, entre los ríos Rímac y Chillón se ubica al distrito peruano de San Martín de Porres, el cual recibió este nombre en honor al primer santo mulato de América.
ntre los ríos Scioto y Olentangy se fundó Columbus, la capital del estado de Ohio, una urbe nombrada en honor a Cristóbal Colon (Christopher Columbus en inglés).
La atmósfera de lo antaño y de lo contemporáneo se unen bajo una misma luz en la mitad del mundo, cercada por volcanes inactivos, Quito, oficialmente llamada San Francisco de Quito, ostenta la escultura de aluminio más alta del planeta, con sus 41 metros de altura reposa coronando la cúspide de la colina El Panecillo, desde donde esta imponente virgen metálica extiende maternalmente su mano saludando a la urbe.
Rodeada de cumbres volcánicas y sobre los cimientos del imperio Azteca, titila una ciudad construida debajo de otra. Por la antigua Tenochtitlán, que es hoy la capital de México, millones de carros transitan cual pequeñas hormigas por una metrópolis abrumadoramente masiva, cuna de la rica y vasta historia precolombina del país.
En su nutrida infraestructura turística, formas y relieves que cantan una oda a la belleza en construcciones como salidas de un cuento. Besada por el arte, siglos de historia reposan en sus calles a través del tiempo, delicados, firmes y escultóricos ángeles de alas macizas, con sus tiernos rostros, se posan en las iglesias, museos, palacios, parques y cementerios de Madrid, la capital de España.
Medellín, telón de montañas del Valle de Aburrá, voluptuosidad que emana de la naturaleza y de la belleza monumental de gigantescas esculturas en bronce que engalanan a la cuna de Botero, en el museo al aire libre del renombrado pintor y escultor colombiano, arte que da la bienvenida a una localidad llena de espacios culturales, edificios y tráfico vehicular.
La capital de la comunidad autónoma de Cataluña y la segunda ciudad más poblada de España, canta con clamor y se une en legión con un solo emblema, un equipo, “más que un club”. Barcelona es fútbol, mar y montañas. Es una ciudad cosmopolita impregnada de profunda integración cultural como parte de su rica herencia.
En un movimiento pendular, vientos cruzados de ciudades hermanas desvanecen las borrosas líneas de esta frontera entre Colombia y Venezuela. Diariamente miles de pies transitan sus caminos en un vaivén sin final.
Calles repletas y clima caliente, la sexta ciudad más poblada de Colombia, llamada oficinalmente San José de Cúcuta, es la capital del departamento de Norte de Santander.
El lienzo urbano de la segunda ciudad más poblada de todo Ecuador se aprecia de manera panorámica desde la gigante rueda de la fortuna conocida como La Perla, sin duda todo un emblema de la localidad. Desde allí a 58 metros de altura se ve el río que tiene nombre homónimo al de la Provincia de Guayas, sus aguas fluyen como acuarela serpenteante bajo el sol resplandeciente de este puerto.
Las bandadas de palomas y la brisa helada acompañan al centro neural de Colombia. Con sus plumas grises, blancas, negras y marrones, estas aves se mueven de aquí para allá cubriendo la totalidad de la Plaza Bolívar, en un movimiento igual de incesante como el resto de la ciudad.