Hablar del suicidio es una forma de combatirlo

Un cazador de pájaros llamado Papageno toma la inminente decisión de quitarse la vida. Cuando parece que nada cambiará su destino, aparecen los espíritus de tres niños que logran disuadirlo tras presentarle varias alternativas que podrían resolver sus problemas.  

Este personaje, que forma parte de la ópera La flauta mágica de Mozart, da nombre al efecto preventivo que puede tener la comunicación responsable sobre las personas con conductas suicidas: el efecto Papageno.

La información ejerce una función protectora cuando se difunden historias de quienes han logrado sobreponerse a pensamientos suicidas, asegura el profesor Thomas Niederkrotenthaler, jefe de la unidad de Investigación del Suicidio y Promoción de la Salud Mental en la Universidad Médica de Viena, Austria.

“La cobertura de afrontamiento positivo de las circunstancias adversas (…) puede tener efectos protectores”, explica el investigador.

Aunque algunos creen que la cobertura de suicidios podría incrementar el número de tentativas, lo realmente peligroso es la falta de información del tema o el exceso de detalles sobre los hechos consumados.

Romper el estigma

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) considera que el estigma social y la falta de conciencia siguen siendo los principales obstáculos para la búsqueda de ayuda. Por ello, hablar responsablemente del suicidio es una forma de combatirlo.

El silencio genera mayor estigmatización sobre la problemática, en cambio, acceder a información responsable fortalece las acciones de prevención.

Los medios de comunicación y personas con poder de convocatoria en comunidades o redes sociales, que quieran hablar de suicidios, deben asegurarse que la información sea apropiada, exacta y útil.

Quien hable del tema debe contrarrestar la circulación de rumores, mitos y prejuicios, los cuales podrían aislar a personas con ideaciones suicidas y complicar la comprensión integral del fenómeno.

Ante todo, debe prevalecer que la mayoría de suicidios se pueden evitar.

Unicef aconseja abordar la problemática como algo transitorio que atraviesan algunos sujetos, que tienen la posibilidad de lograr una mejoría.

Resaltar las alternativas al suicidio, difundir señales de alarma y proporcionar información sobre líneas de ayuda, son aspectos fundamentales que deben estar incluidos en las conversaciones.

Las personas con ideaciones suicidas pueden conseguir refugio en aquellos que entienden el tema en toda su complejidad.

Por ello, es pertinente reiterar que hablar de violencia autoinfligida no genera actos de autolesión. El verdadero riesgo está cuando estas ideas permanecen ocultas.

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Cartas IV

Desmitificando al suicidio

Carta VI

Prevenir la conducta suicida es posible