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Una investigación sobre el comercio ilegal en el Caribe, llevada a cabo entre julio de 2019 y febrero de 2020, reveló que aproximadamente 4.000 víctimas fueron objeto de trata en los últimos años entre Güiria, Venezuela y Trinidad y Tobago.

La adolescente venezolana, Omarlys Velásquez, se encontraba entre los miles de personas que fueron traficadas entre los dos países. Fue vendida por la pequeña suma de 300 dólares para ser utilizada para el sexo en T&T. 

Según el informe realizado por la investigadora de la trata de personas, la Dra. C Justine Pierre junto con Nayrobis Rodríguez, alrededor del 43% de todas las víctimas llegan a Trinidad y Tabago desde el estado de Sucre.

Las víctimas indicaron, en una entrevista, que algunas se conocían porque habían asistido a la misma escuela, al mismo equipo deportivo y, sobre todo, porque venían de la misma región.

Los investigadores comentaron que era evidente que había una falta de conciencia sobre la trata de personas, especialmente en las zonas rurales y del interior de los países de la región del CARIFORUM, que comprende Antigua y Barbuda, las Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, la República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Trinidad y Tabago.

Se reveló que el 63% de las víctimas de la trata de personas procedían de las zonas rurales y del interior.

La investigación las llevó “por muchos caminos oscuros y entrevistamos a muchas personas peligrosas, algunas de las cuales creían que lo que hacían (la trata de personas) no era un delito, sino otra actividad comercial más que satisfacía una necesidad de sus clientes”. 

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Entrevistaron a los principales interesados, como profesores, propietarios de tiendas, estudiantes, capitanes de barco, trabajadores de burdeles, desempleados, autoridades y funcionarios, presuntos traficantes, contrabandistas e intermediarios de la “industria” de la trata de personas que suministran víctimas a Trinidad y Tabago, el Caribe, los Estados Unidos de América y el Canadá.

A pesar de la pandemia de COVID-19, según el informe, la trata de personas continuó sin disminuir, “las mujeres jóvenes que no saben que su destino es la prostitución siguen siendo objeto de trata hacia Trinidad y Tobago”.

Si bien en países como Jamaica y Antigua y Barbuda la trata de personas está disminuyendo debido a la gran promoción pública de esos gobiernos, en el informe de la Dra. Pierre se explica que “la demanda de sexo y prostitución en Trinidad y Tabago está impulsada por una tasa de consumo local más elevada de lo habitual, especialmente en el distrito de Chaguanas”.

Lee el artículo completo en Miami Diario

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