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El 28 de octubre de 1924, en el pueblo costero de Río Caribe, estado Sucre, nace Juan Francisco Otaóla Paván, ingeniero civil que contribuyó en la transformación del país con obras que persisten en el tiempo.

Egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1945, fue profesor durante varios años de esta casa de estudios, donde ayudó a formar nuevos profesionales ante de constituir junto a su colega Oscar Benedetti, Precomprimido C.A., constructora con la que hará verdaderos símbolos de progreso.

Muy probablemente su obra más icónica sea aquella iniciada en 1960, tras un largo proceso de licitación, el puente sobre el Lago de Maracaibo, Gral. Rafael Urdaneta. El proyecto presentado al extinto Ministerio de Obras Públicas (MOP) en 1956, iba en asociación con empresa alemana Julius Berger, bajo una condición estada por el propio Otaola: “que quiénes dirigirían el proyecto serían venezolanos”.

El enorme puente de concreto fue contraído en solo 40 meses, siendo inaugurado el 24 de agosto de 1962. Y cuando este coloso sufrió daños a causa del choque del carguero de la Creole Petroleum, de la Esso Maracaibo, en 1964, la empresa del cumanés lo reparó en apenas dos meses.

La agilidad, eficiencia y durabilidad de las obras dirigidas por Otaola le hicieron merecedor de múltiples licitaciones y un renombre. En la ciudad capital, Precomprimidos era reconocida por construir puentes en 72 horas, dando soluciones inmediatas a los problemas de vialidad que se suscitaban.

Pero su fama no solo se basó en estos aspectos, también tenía un talento para el diseño, procurando en todo momento que calidad y la estética fueran de la mano, como se puede apreciar en los Terminales del Teleférico del Ávila.

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Así mismo, procuró en la medida de lo posible reducir los precios de las obras, siendo un caso emblemático la construcción del terminal portuario para Sidor, en Matanzas sobre el río Orinoco, donde poniendo en práctica, de manera arriesgada, el principio de los cuerpos flotantes, le pudo ahorrar al estado venezolano el 20 % sobre el presupuesto inicial.

En el largo historial de obras que tuvo a cargo el Otaola, o en las que participó, se encuentran, además, el Puente Angostura sobre el río Orinoco, el segundo puente sobre el río Caroní, la Presa Turimiquire, la presa del primer desarrollo del complejo Uribante – Caparo, la presa el Guri (Raúl Leoni), y las presas Macagua II y III, entre otras.

La vida de este insigne ingeniero, que dejó de existir en el año 2000, fue documentada de manera excepcional por Cinesa Chanel en “Juancho Otaóla, Un venezolano de ingénio“, con la finalidad de que su biografía sea conocida y perdure en el tiempo tanto como sus propias obras.

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