
Desde las 5:00 a.m. de este jueves y hasta las 11:00 a.m., San Antonio del Táchira se mantuvo sin electricidad a causa de un apagón que estuvo acompañado de fuertes precipitaciones, la cuales provocaron, por varias horas, el colapso de algunas vías.
El tránsito por la avenida Venezuela, en San Antonio, lució lento como consecuencia del masivo arribo de venezolanos a la zona, y de las continuas e intensas lluvias. El punto de Migración Venezuela, ubicado en la aduana, se evidenció inundado y congestionado.
El abarrotamiento se extendió al puente internacional Simón Bolívar, a la altura de los contenedores, donde el paso se hace estrecho por la presencia de estos elementos. Ahí, la paciencia del ciudadano suele menguar, pues son obstáculos que los transeúntes han rechazado en reiteradas ocasiones.

“Esta vez sí se me ha hecho difícil cruzar a Colombia”, señaló Sergio Vivas mientras miraba, con asombro, el caudal del Río Táchira. “Esperé cerca de hora y media en el Terminal de Pasajeros a que escampara. Pensé que no iba a poder salir”, detalló
Vivas llegó a la frontera ayer, proveniente del estado Carabobo. “Tenía más de un mes sin venir. Me dedico a llevar mercancía que vendo allá, en mi tierra. Cuando se me va acabando, viajo para abastecerme. Todo lo compro en Cúcuta”, indicó quien tenía pautado retornar el mismo día a su región.
Un caudal enfurecido
La corriente del río Táchira se mostró agresiva este jueves por el aguacero de las últimas horas. Desde el puente se observaba cómo el caudal arrastraba troncos y otros elementos.
Pese al panorama, hubo grupos -indocumentados y trocheros- que intentaron enfrentarse a la furia del afluente para llegar a Colombia. Los miles de venezolanos que trataban de cruzar el puente, fueron testigos de una escena temeraria, que se repetía sin la intervención –Colombia-Venezuela– de las autoridades.

Ya cerca del mediodía, el colapso aminoró un poco. El mal tiempo se fue calmando, el servicio eléctrico se iba restituyendo y la tensión disminuía notablemente entre quienes caminaban por el tramo binacional.
Jonathan Maldonado, corresponsal de FronteraViva