Debido a las graves vulneraciones de derechos humanos cometidas contra migrantes y refugiados, en su mayoría venezolanos, ocurridas en las entrañas del peligroso Tapón del Darién, los Defensores del Pueblo de Colombia y Panamá recomiendan priorizar la crisis y realizar seguimiento permanente de los abusos sufridos por quienes cruzan la selva.
Carlos Camargo (Colombia) y Eduardo Leblanc (Panamá) hicieron un llamado a las autoridades de ambos países a fin de cubrir con su supervisión la mayor parte del Golfo de Urabá y el Darién, así evitar los asaltos dentro de las fronteras y las violaciones de los derechos de los migrantes.
“El Tapón del Darién es una trampa mortal”, aseguraron los funcionarios, no solo por los riesgos existentes, las difíciles condiciones y los peligros propios del lugar, también por las acciones de los grupos armados y las organizaciones criminales a ambos lados de la frontera.
A propósito de la reapertura del paso fronterizo entre Colombia y Venezuela, llevada a cabo este 26 de septiembre, Camargo afirmó que “la crisis migratoria por el Urabá-Darién debe ser un tema prioritario en la agenda humanitaria, pues el 69 % de los migrantes que hoy están pasando por la jungla son venezolanos, y el 15 % son menores de edad”.
Un comunicado de prensa difundido por la Defensoría del Pueblo de Colombia, advierte sobre el registro de frecuentes casos de desapariciones o muertes en esta ruta migratoria hacia Estados Unidos, y subraya el lamentable homicidio de un niño de 6 años producto de un asalto a los migrantes.
Frente al crítico panorama, las dos defensorías trabajan en la construcción de una alerta temprana binacional que permita a la institucionalidad colombiana y panameña articular acciones para reducir los riesgos de la población en tránsito, afirmaron.
El llamado de atención efectuado por la Defensoría del Pueblo de Colombia responde al cruce de 134.000 migrantes a través del Darién en dirección a Panamá. La actual cifra supera la cantidad registrada durante todo el 2021. Además, el número de caminantes amenaza con incrementar a finales del 2022.
“Ha pasado un año desde que alertamos sobre la situación humanitaria en el Darién por el paso masivo de ciudadanos haitianos. Hoy estamos asistiendo a una crisis humanitaria de dimensiones más graves, en su mayoría de migrantes venezolanos quienes viajan en condiciones de precariedad económica y de mayor vulnerabilidad”, destacó Camargo.
Con información de Proyecto Migración Venezuela
Prensa Frontera Viva