La presencia de Delcy Rodríguez, como representante del régimen venezolano, en la XXVII Cumbre Iberoamericana generó el rechazo de mandatarios de varios países. Los jefes de Estado de Chile y Colombia se expresaron contra Nicolás Maduro por la represión y las malas condiciones económicas de Venezuela.
“Insto a que sea urgente que en el caso particular de la República de Venezuela veamos el fin de la dictadura, elecciones libres y un periodo de transición”, expresó Iván Duque, presidente de Colombia, quien catalogó al modelo político que controla a Venezuela como “la más opresora de las dictaduras”. También solicitó apoyo para asistir a los casi dos millones de venezolanos que han huido de su país por la compleja crisis humanitaria.
Duque invitó a todos los países a defender la democracia y rechazar cualquier expresión de represión en la región.
Por otra parte, el mandatario de Chile, Sebastián Piñera, instó a Maduro a “asumir un pleno y total compromiso con los valores de libertad, Estado de Derecho, democracia y derechos humanos”.
Desde que se anunció la invitación a Nicolás Maduro se generó descontento dentro de los miembros de la cumbre. Parlamentarios españoles cuestionaron al congreso por no invitar a Juan Guaidó pese a ser reconocido como presidente legítimo de Venezuela.
La decisión de invitar a Maduro fue tomada por el gobierno de Andorra, país anfitrión y provocó que Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, desistiera de su participación en la cumbre.
Representantes del Gobierno interino de Venezuela usaron la etiqueta #MaduroManchaLaCumbre para expresar su rechazo a la participación del régimen en la cita.
Prensa Frontera Viva