FacebookXTelegramWhatsAppMessengerPinterestEmailCopy LinkShare

Migrantes venezolanos se enfrentaron a las autoridades mexicanas cuando estaban siendo desalojados de casas de campaña al borde del río Bravo, que separa a México de Estados Unidos.

Desde hora temprana, 500 refugiados que vivían en este punto, fueron avisados por autoridades municipales de que deberían desalojar el lugar y que les llevarían a un albergue donde no sufrían las inclemencias del tiempo y se les proveería de sus necesidades básicas.

Luis Dirvin García, coordinador del Centro de Atención Integral para Migrantes, les comunicó a los migrantes: “Sabemos que estar al bordo del río implica un riesgo y tenemos descensos de temperatura importantes en estos días, vamos a hacer reinstalación en espacios de acogida. Deben de saber que en estos albergues tienen servicios de salud, trabajo”.

Un gran operativo de policías municipales, estatales, Guardia Nacional, Bomberos y la Cruz Roja Mexicana, rodeaban el lugar, en alerta y para exigir que se retiraran del lugar.

Sin embargo, los migrantes, en su mayoria de origen venezolano, no estaban de acuerdo con la disposición, en algunos casos hubo forcejeos entre ellos con los grupos antimotines que los desalojaban. En señal de la inconformidad, quemaron algunas casas de campañas, pero el conflicto no pasó a mayores.

Miedo a ser deportados

Algunos de los indocumentados comentan que tienen temor de ir a un albergue del Gobierno porque ven la posibilidad de que los deporten a Venezuela.

“Estábamos en la carpa y un señor llegó a avisarnos de que saliéramos, llegó el camión de la basura y empezó a quitar las carpas. Es algo inhumano que nos quieran sacar, no somos enemigos de Estados Unidos ni de México, estamos aquí por una lucha, no por gusto”, declaró a EFE Miguel Moya, uno de los migrantes venezolanos.

Le puede interesar.  El 70% de los venezolanos en EEUU han solicitado el TPS

Añadió que es ilegal que los desalojen a la fuerza y no considera adecuada la forma en la que los trató el Gobierno mexicano para el desalojo.

“Es inhumano esto no se hace, nadie sabe lo que hemos pasado para llegar hasta acá, es inhumano”, dijo entre lágrimas y voz entre cortada Luz Ángela, una refugiada venezolana.

La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2,76 millones de indocumentados, una cifra que incluye incrementos sustanciales en las capturas de cubanos y venezolanos.

Con información de EFE

FacebookXTelegramWhatsAppMessengerPinterestEmailCopy LinkShare

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí