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El fenómeno actual migratorio venezolano ha influido positivamente en los sistemas de salud latinoamericanos. La Asociación Civil de Médicos en Argentina, (Asomevenar), ha censado a más de 1.500 médicos en territorio argentino. La excelente formación que tienen los especialistas de la salud formados en Venezuela les ha garantizado oportunidades y el ejercicio de la profesión más allá de la frontera.  

Estudiar medicina en Venezuela es una meta cada vez más dura. A medida que la crisis devoraba la fortuna y economía de los venezolanos, progresivamente también dificulto el acceso a la educación, especialmente la preparación de profesionales vitales para la nación.

Beatriz Adriana Ceballos, es médico venezolano y actual residente en cardiología, graduada de la Universidad de los Andes (ULA) en el 2017 y con una primera experiencia laboral en el Hospital El Piñal, al sur del fronterizo estado Táchira. Actualmente, la profesional de la salud reside en Argentina. 

*Frontera Viva* conversó con la venezolana en la celebración del Día del Médico y lo primero que la joven recuerda fue lo complicado que era presentar y quedar admitida en la carrera de medicina.  

“Para ingresar a la universidad es bastante complejo en todo el país, debido a los escasos cupos, la prueba psicológica y de conocimiento, son los principales filtros. Actualmente tengo entendido que pueden tardar hasta dos años para solo presentar las pruebas “. 

Las principales casas de estudios que imparten la carrera de medicina en el país petrolero de Latinoamérica están sujetas a la financiación estatal, como es el caso de la Universidad Central de Venezuela (UCV), La Universidad del Zulia (LUZ), y la Universidad de Los Andes. 

Las medidas inflacionarias impuestas por el régimen redujeron el salario del docente universitario a cuatro dólares, dificultando a niveles insólitos el ejercicio de la labor y provocando la deserción de los profesionales en estampida.    

Marian Martínez también es médico venezolano titulada de la ULA – Táchira. Vive en Chile y su primer campo laboral fue en el Hospital Central del Táchira y en el Hospital General De Táriba, describe su vivencia como “Una experiencia de altibajos, pero con pasión se supera cualquier obstáculo”, precisa. 

Marian Martínez

Para Marian, comenzar en la práctica de la carrera, que con mucho esfuerzo logró culminar, representaba un contrasté entre la emoción de recién graduada, incertidumbre y la absoluta responsabilidad por sus pacientes, la vocación en estos casos es determinante, añadió. 

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El dantesco ejercicio de la medicina en Venezuela 

A pesar de todas las limitaciones que implica llevar a cabo la carrera de medicina en Venezuela bajo el régimen actual, Beatriz Ceballos recuerda con nostalgia cuando ejerció y se profesionalizó.

“Lamentablemente el país tiene mucho sin progresar, sin embargo, estudiábamos técnicas modernas y leíamos artículos actualizados, así que a pesar de que no teníamos la disponibilidad para practicar los procedimientos, académicamente siempre estábamos preparados y eso se nota después de emigrar, lo valiosa que es la educación universitaria y la medicina en Venezuela”.

Por su parte, Edson Abdel Rodríguez, quien está realizando una residencia en psiquiatría en la Patagonia, la medicina venezolana se desvió hacia la indolencia y la catástrofe en las últimas dos décadas. Fenómenos como la inexistente seguridad que tiene el personal, los escasos recursos para atender a los enfermos, y los bajos salarios conforman las principales causas de la migración del personal de salud.   

“Entre la falta de insumos, medicamentos y otros elementos se está ejerciendo medicina con protocolos de hace 30 o 40 años, porque todo lo que se debe hacer no se hace, las primeras líneas de acción nunca se ejecutan” ratificó.  

Mientras, Beatriz Ceballos siente ansiedad al recordar las condiciones en que pasaba consulta, atendía menores de edad y partos en los hospitales venezolanos. “No teníamos ni acetaminofén para darle a los niños, atendíamos los partos con apenas lo básico, por fortuna ninguno se me complicó”.  

El sacrificio o el salto de fe

Marian Martínez, dijo que, debido a la situación actual venezolana, el médico debe contar con “aguante, disposición e ingenio para poder ejecutar la profesión de la mejor manera posible”. 

Al igual que el resto de profesionales expuestos al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, los salarios de los médicos suelen ser los más bajos de la región en comparación con el costo de la vida. De acuerdo con un informe de la organización Provea, las pocas herramientas y recursos con los que cuenta el sistema de salud pública venezolana no le permite asumir eficientemente crisis como la provocada por el Covid-19.  

“De lo más oscuro que pude vivir allá a mi corta edad como profesional, situaciones que ni pensé que podrían ocurrir”, relató Marian Martínez. 

Al final es la vocación y la tenacidad presentes en el médico venezolano lo que les permite prevalecer ante el desasosiego actual, teniendo que tomar duras decisiones como intentar ejercer en un país desconocido. “Lamentablemente al final de la carrera estaba decidida a irme, la inseguridad, junto a la crisis económica social y política me hizo tomar la decisión”, comentaría Beatriz Ceballos.    

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Practicar la medicina en el extranjero 

Ejercer la medicina no garantiza una salida de la aguda crisis que vive Venezuela, sin importar que el sector sea privado o público, provocando que miles de médicos busquen mejores oportunidades en otras latitudes. 

La fuga masiva de venezolanos se ha convertido en uno de los fenómenos migratorios más sorprendentes.  Según Beatriz, “existen más profesionales de la salud migrando que lo que se refleja en las encuestas, esto se debe a que cada vez es más difícil reunir los requisitos necesarios, provocando que cientos de profesionales salgan sin la acreditación necesaria y trabajando en cualquier otra cosa después de siete años de arduo estudio”.  

Para Marian, la migración “ha sido una experiencia totalmente nueva, que se ha convertido en un hecho histórico con la pandemia, terreno hasta entonces desconocido para el área de la salud, que le da un toque mayor de complejidad. A ello se le agrega que no dejamos de estudiar para la homologación del título en una prueba muy demandante, y hoy con orgullo puedo decir que todo obstáculo se puede superar por muy difícil que parezca”.

Tanto Beatriz Ceballos, Marian Martínez y Edson Rodríguez, todos médicos venezolanos, con logros destacables dentro de Venezuela como en el exterior, se han encontrado con excelentes experiencias destacando en su campo de especialidad, gracias no solo al amor que imprimen a su profesión, también a la preparación que han tenido en Venezuela.

Prensa Frontera Viva

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