Los venezolanos que han emigrado a diferentes países del mundo sueñan con pasar las festividades navideñas junto a sus seres queridos.
Este es el sueño navideño de Gisell Arenas una venezolana de 28 años que emigró a Quito, Ecuador en mayo de 2017, país que la acogió y que la ha visto crecer de forma personal y profesional.
Su mayor reto ha sido desprenderse del seno de su familia e independizarse en un país lejano a la tierra que la vio nacer.
Su familia es un pilar fundamental, por eso su deseo de navidad es ver pronto a sus padres y a su hermana con quienes ha pasado las mejores navidades de su vida.
Prensa Frontera Viva