Pese a los múltiples reclamos de los trabajadores venezolanos, que esperan recibir un salario digno por sus funciones, el régimen de Nicolás Maduro no aumentó el salario mínimo este lunes, Día Internacional de los Trabajadores.
En cambio, Maduro anunció un aumento del ticket de alimentación y del llamado “bono de guerra”, pagos que excluyen a los jubilidos y pensionados del país.
“Sobre el ingreso mínimo legal de los trabajadores… Ahí hemos estado luchando con un bono de guerra, haciendo más con lo que tenemos, pero siempre preocupados. Yo he venido madurando cómo mejorar los ingresos”, dijo al finalizar una marcha de trabajadores chavistas en Caracas.
El cestaticket subió a 40 dólares mensuales y el “bono de guerra” aumentó a 20 dólares. Montos que no satisfacen las necesidades de los empleados, pues, los sindicatos reclamaban un aumento salarial entre 100 y 500 dólares mensuales.
El salario mínimo de Venezuela no ha registrado variaciones desde marzo de 2022, cuando se ordenó el último aumento de 130 bolívares, equivalentes en ese momento a 29,68 dólares.
En poco más de un año, la inflación redujo el salario mínimo a unos 5 dólares mensuales, afectando, principalmente, a pensionados y trabajadores del sector público.
Una familia de cinco personas necesita, al menos, 510,88 dólares para cubrir los gastos alimenticios de un mes, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Esta situación ha generado que los trabajadores se movilicen en toda Venezuela en exigencia de condiciones laborales dignas.