Las personas que trabajan en el Arco Minero del Orinoco “están atrapados en un contexto generalizado de explotación laboral y altos niveles de violencia” por parte de grupos criminales que controlan las minas, según destacó la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet.
“A pesar de la considerable presencia de fuerzas militares y de seguridad en la región, y de los esfuerzos realizados para abordar la actividad criminal, las autoridades no han podido investigar y llevar a juicio las violaciones de los derechos humanos, los abusos y los delitos relacionados con la minería”, destacó Bachelet.
El informe señala que los grupos criminales, llamados “sindicatos”, controlan el área y torturan a quienes infringen las reglas impuestas por ellos mismos, además de recibir beneficios económicos de las actividades realizadas en las zonas mineras.
Explotación laboral
Los mineros trabajan turnos de 12 horas, además descienden a los pozos sin ningún tipo de protección y están obligados a pagar entre el 10 y el 20 % de los ingresos que obtienen sumado al 30 % que tienen que entregarles a los propietarios de molinos donde se trituran las rocas para extraer minerales.
Además, según relata el informe, los mineros viven en condiciones precarias al no contar con electricidad, agua y los servicios sanitarios. En el sector, los mineros han sufrido envenenamientos a causa del mercurio el cual es utilizado para separar el oro de otros minerales.
Asimismo, se conoció que niños, algunos menores de 10 años, trabajan en las minas y que desde 2016 aumentó la prostitución y la explotación sexual.
El Arco Minero cuenta con más de 7000 toneladas de oro, diamante, hierro, cobre, bauxita, coltán y otros minerales.
Con información de DW