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La periodista Sebastiana Barráez denunció la intención de un juez de arrestarla por informar sobre una decisión irregular en torno al caso de los tres hijos del embajador de Venezuela en Guinea Ecuatorial, Nelson Javier Ortega Bonilla, todos menores de seis años, a cuya madre se los quitaron mediante trampas legales para enviarlos con su padre en el país africano.

Barráez acusó directamente al juez del Tribunal Sexto de Primera Instancia de Mediación, Sustanciación y Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Caracas, Jorge Luis Devenish Griffith, de atentar contra la libertad de expresión luego que, contra toda regla tomó un caso domiciliado en Táchira, a más de mil kilómetros de su despacho, para obstaculizar el acceso a la justicia de la madre, lo que también se podría considerar como un delito de violencia de género.

La periodista advirtió a la opinión pública que, ahora, el juez ordenó a la madre de los tres niños; a la ONG que divulgó el caso, el colectivo feminista Tinta Violeta; y a ella misma como periodista no mencionar nada que tenga que ver con el hecho. Ante esta situación, Barraez señaló: “La censura nunca ha sido una opción para mí”.

Agregó que “el Ministerio Público no responde” cuando debería, principalmente porque es el organismo cuyos funcionarios debieron darse por enterados ante una noticia criminis.

Lo que ocurrió a la madre y sus tres pequeños hijos

Lo cierto es que Devenish Griffith, según la periodista, presuntamente logró evitar que la madre de los tres pequeños, Leyla Vanessa Vivas Villamizar, y quien habita en la localidad de Rubio, en el estado andino, pudiera asistir al proceso que terminó por ordenarle entregar a los niños al padre, Ortega Bonilla, para que éste pudiera sacarlos del país.

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La periodista relató que el juez Devenish Griffith encomendó a otro juez de la localidad tachirense hacer cumplir la orden, quien con un grupo de policías “ejecutó la medida en ausencia de la madre, y con amenazas a su cuidadora, una tía, que les solicitó repetidamente que esperaran a la llegada al domicilio de Leyla Vanessa Vivas Villamizar para poder informarle sobre lo que estaba ocurriendo. No obstante, los niños no pudieron despedirse de su progenitora.

“Ese juez no protegió a los niños porque nunca debió conocer de un caso a mil kilómetros de distancia del domicilio de la madre de los tres bebés. Se hizo el sordo ante el hecho de que el embajador Nelson Javier Ortega Bonilla presentó teléfonos y correos electrónicos falsos o alterados de Vivas Villamizar para que ésta nunca pudiera ser notificada del caso”, lamentó Barraez.

En un video que aportó, mediante un post de Instagram, Barráez habla de que lo sucedido a Vivas Villamizar con sus tres hijos, lo que implica una serie de eventos que podrían tipificarse como tráfico de influencias, por cuanto el embajador Ortega Bonilla aparentemente se ha valido de su cargo diplomático y de sus vínculos con funcionarios en ministerios y en el sistema de justicia para poder arrebatarle la custodia de los menores a la madre.

Con información de El Carabobeño

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