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La severa insuficiencia de gasoil en el país es significativamente evidente por el sector automotriz que lo emplea, pues el subproducto de la refinación del petróleo crudo es usado de forma masiva para abastecer autobuses, camiones y transporte pesado agrícola, explica el economista petrolero, Rafael Quiroz Serrano.

Mas la producción de gasoil se encuentra “muy por debajo” de la demanda interna nacional: “ni siquiera alcanza el 25% o 35%”, asegura Quiroz. Las cifras sobrepasan la alarma, en tanto el parque refinador posee una capacidad instalada de 1.300.000 barriles por día (b/d) en condiciones normales.

Según los datos, Venezuela estaría fabricando apenas entre 325.000 y 390.000 b/d y la situación tiene tendencia a empeorar si el régimen de Nicolás Maduro no logra comprar combustible en el exterior.

Hasta ahora se conoce que el gobierno se encuentra en negociaciones con Irán e Irak a fin de asegurar el suministro. De acuerdo a Quiroz, el acuerdo implicaría dos entregas, distribuidas en dos tanqueros, con capacidad de transportar 2.000.000 de barriles.

“La situación es urgente porque los inventarios de gasoil, diésel y fueloil, respectivamente, se vienen agotando y es por ello que la administración de Maduro tiene que racionarlas con mayor severidad a fin de prolongar las pocas cuotas de existencia mientras finiquita la importación”.

El panorama sigue sin divisar esperanza en el horizonte pese al alza en la producción petrolera. El despacho de 585.000 b/d no representa una mejoría importante cuando las refinerías se mantienen débiles debido a los sucesivos accidentes industriales por fallas mecánicas, falta de mantenimiento, personal técnico no calificado y carencia de repuestos básicos en las plantas.

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“Este es el problema básico fundamental”, subraya Quiroz.

El especialista, además sostiene, que las favorables expectativas respecto al precio del crudo en el mundo podrían ser un “buen aliciente” para la producción de petróleo en Venezuela: la fabricación podría escalar a valores por encima de los 600.000 b/d.

Sin embargo, surge la pregunta: ¿Puede recuperarse el área petrolera si llegarán a levantarse las sanciones de Estados Unidos?

“Creo seriamente que no. La actual crisis política prima sobre lo económico y petrolero. Si no hay un giro en la política venezolana, la industria del oro negro permanecerá estancada y sin posibilidades de aliento. El destino de las refinerías en Venezuela seguirá siendo aterradoramente incierto, tan incierto como el futuro mismo del país”.

Prensa Frontera Viva

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