Por Frontera Viva
La navidad es una época para compartir y celebrar en familia, sin embargo, para la mayoría de migrantes venezolanos es tiempo de nostalgia y de extrañar a sus seres queridos.
Bárbara Cuellar, una joven de 24 años que se vio obligada a emigrar a Colombia para ayudar económicamente a su familia, relata que este es el primer año que pase la temporada decembrina sola y lejos de sus familiares.
Según narró a Frontera Viva, para ella no es navidad, es otro mes más.
El próximo febrero cumplirá un año de haber emigrado y de haberse separado de sus familiares.
“Si pienso en el 24 o 31 me siento muy mal porque estoy lejos de mis papás y de mis abuelos y ellos lo son todo para mí”.
La joven es de profesión enfermera, oriunda de Maracay, se desempeña en Colombia como mesera en un restaurante de Barranquilla y en sus tiempos libres trabaja en un call center en busca de generar más ingresos.
Años atrás para Bárbara la temporada decembrina era su favorita, pero ahora se ha convertido en una época triste y nostálgica.
“Hace un año pasamos una navidad con pocos lujos, apenas nos alcanzó para hacer la ensalada de gallina y no pudimos hacer las hallacas. Este año pude enviar dinero para que compraran regalos, un pernil y para las hallacas, pero tristemente no la pasaremos juntos”.
Por ahora sus planes de noche buena y año nuevo será pasarlo con una pareja de esposos colombianos que se han convertido, en estos meses, en sus grandes amigos.
“Pablo y Maritza son mis amigos, los conocí en mi primer trabajo y son las personas con las que cuento aquí en Colombia”.
Decidir emigrar
El tema económico fue lo que impulsó a que la joven enfermera tomara la decisión de emigrar sola a un país en el que no conocía a nadie y en el que tampoco tiene familia.
Es la primera vez que se separa de sus familiares, sus papás de 50 y 56 años y de sus abuelos de más de 85 años, pero al mismo tiempo espera que sea la última.
“Yo me quiero regresar a Venezuela. Mucha gente me pregunta por qué si la situación está dura, pero mi respuesta siempre será por mi familia”.
Su propósito es ahorrar y en un par de meses regresar a su país y establecer allí un negocio. “Una bodega, una venta de comida, lo que sea, pero yo si quiero volver y estar con mi familia”.
“Este mes me enseñó a que no quiero estar lejos de los míos así que espero volver y la próxima navidad pasarla con mi familia”.
La emergencia humanitaria compleja ha provocado que 7,1 millones de venezolanos, según cifras de la ONU, huyan de su país en busca de mejores condiciones de vida, salarios dignos y nuevas oportunidades.
El relato de Bárbara representa el de millones de migrantes y refugiados, que este año pasarán navidad y año nuevo lejos de sus familiares, de sus tradiciones y en un país distinto en el que están volviendo a empezar.