Luego de ser retenido por migración en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por petición de Paraguay -que emitió una circular roja de la Interpol – el ex cabecilla de las Farc, Rodrigo Granda Escobar, aterrizó en Colombia la mañana de este miércoles.
La noticia de la negativa de entrada al país azteca comenzó a circular en redes sociales en horas de la noche de este martes. Uno de los primeros en confirmar lo sucedido fue el ex comandante de las Farc y ahora senador, Carlos Antonio Lozada, quien aseveró que el presidente colombiano Iván Duque ordenó la captura.
Sin embargo, tanto el ministro de Defensa, Diego Molano, como fuentes policiales confirmaron que, si bien había conocimiento del viaje de Granda a México con autorización de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y hay una orden de captura de Interpol por parte de Colombia, esta se encuentra inactiva tras la firma del Acuerdo de Paz.
“Ratificamos que Interpol Colombia no está facultada ni tiene acceso para modificar, aclarar o cancelar la información publicada por otros países”, dijo el ministro en Twitter.
Alerta Interpol de Paraguay
Las autoridades paraguayas sostienen que, en su momento, la antigua guerrilla de las FARC estuvo involucrada en el secuestro de la ciudadana paraguaya Cecilia Cubas Gusinky, una empresaria de 31 años, hija del expresidente de ese país Raúl Cubas Grau y la exsenadora Mirta Gusinky.
La mujer fue asesinada por sus captores tras ser secuestrada el 21 de setiembre de 2004 por miembros del brazo armado del Partido Patria Libre, quienes tiempo después se autodenominaron Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El cuerpo de la empresaria fue hallado en una fosa en febrero de 2005 durante un allanamiento en la ciudad de Ñemby. Los análisis forenses determinaron que fue torturada y enterrada aún con vida por sus captores, quienes la mantuvieron secuestrada por cerca de cinco meses. Con el tiempo las pesquisas indicaron que el grupo contó con la asesoría de la hoy extinta guerrilla de las FARC y Granda aparece vinculado a esa pesquisa.
En su llegada al aeropuerto El Dorado en Bogotá, Granda aseguró que él no fue detenido en México y que todo se trató de una “provocación” contra el proceso de paz. “No ha pasado nada del otro mundo (…) Alguna gente muy influyente del gobierno colombiano activó una orden dormida de Interpol”, afirmó.
Respecto a la circular roja, aclaró que él personalmente había ido a la Interpol en Colombia y no aparecía, según él, nada en su contra. “La orden efectivamente está dormida o estaba dormida en Paraguay (…) Nosotros hicimos que nuestro juez natural sea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, la JEP. La JEP a mí me dio el permiso de salida“, dijo.
Con información de Semana y El Tiempo
Prensa Frontera Viva