Por Frontera Viva
La abogada y defensora de derechos humanos, Tamara Adrián es la candidata del movimiento Unidos por la Dignidad a la Elección Primaria; la segunda figura de la oposición en inscribirse oficialmente al proceso y “la primera persona trans en el mundo en aspirar al puesto presidencial”, asegura.
Egresada Suma cum laude en Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en 1976, y doctora en Derecho Comercial de la Universidad Panthéon-Assas, en Francia. Cuenta con un diplomado en Derecho Comparado del Institut de droit comparé de París, y uno en Políticas Públicas de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Emprendió en 1982 su faceta de profesora universitaria, ejerciendo la docencia en las instalaciones de su alma mater. Luego, en 1986, impartió clases en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Alcanzó su primera victoria política en 2015 al convertirse en la primera diputada transexual de Venezuela y América Latina, un logro obtenido con el partido Voluntad Popular. Ahora, con su candidatura a los comicios internos del sector opositor también marca un hito.
En entrevista con Frontera Viva, Adrián destaca que su proyecto político prioriza la transición a la democracia y las reivindicaciones sociales, y no responde de manera exclusiva a una “agenda LGBT”, ni a intereses sectoriales.
“Yo vengo a ofrecer soluciones y un orden de cuáles son los aspectos a cambiar primero. No podemos hablar de prosperidad y evolución, si no tenemos democracia; el regreso al Estado de derecho comienza por restablecer la autonomía de las instituciones a fin de tener poderes públicos neutrales, confiables y justos, porque de lo contario nadie va a invertir en este país”.
La venezolana considera que el uso de la ideología como etiqueta empleada para definir o identificar a un político es una práctica del pasado. La visión de Adrián responde a su renuencia sobre los extremos conocidos: la derecha y el socialismo, pues la primera es “altamente excluyente”, mientras el segundo solo “distribuye pobreza”, ambos -por tanto- generan injusticias.
“Yo creo que el tiempo de las ideologías pasó. Para mí la realidad es que el capitalismo puro y duro deja por fuera a quienes no pueden pagar un seguro, colegio o universidad; a quienes -por cualquier razón- perdieron el crédito, y crea una situación injusta. Por otro lado, los socialismos nunca han producido riqueza; lo único que hacen es repartir pobreza en todas partes, siendo injustos también”.
Si fuese necesario ubicar a la candidata en algún bando, será entonces a favor del “máximo desarrollo económico con la máxima inclusión social”. La abogada defiende el balance entre la inversión privada, y extranjera, y la intervención del Estado.
“Es necesario que el Estado supervise, pero no impida el desarrollo económico, es decir, participe siempre apegado a la ley. Tenemos un Estado megacefálico, por lo cual debemos reducir drásticamente su tamaño; para eso es necesario privatizar y reducir los ministerios, reducir el dramático número de empleados públicos, y procurar un gran mercado de trabajo capaz de recibirlos”.
De acuerdo con la exdiputada, el equilibrio implica la creación de riqueza para proveer bienestar general. En ese terreno fértil, las empresas podrían gozar de seguridad y garantías respecto al uso de su capital, habilitar puestos de trabajo, revivir el músculo productivo nacional y pagar impuestos.
No obstante, la candidata comprende que la recuperación empresarial e industrial precisa de “racionalidad fiscal”, es decir, una relación basada en normas justas y claras entre la principal autoridad fiscal (Estado) y los contribuyentes.
“Esta gente [régimen de Nicolás Maduro] aprobó una Ley de armonización tributaria, pero todavía no han podido hacer gran cosa porque es ilógico recaudar impuestos que superan la capacidad de las empresas para pagarlos. O sea, nadie va a trabajar 15-20 horas diarias y exponer su dinero para solo cubrir esos impuestos, y quedarse con nada.”
A su vez, el desarrollo económico propuesto por Adrián contempla la restauración de los servicios públicos en Venezuela, entendiendo que la rehabilitación del aparato productivo depende de la calidad y disposición de estos.
La activista apunta a recobrar la prestación de servicios públicos por medio del sector privado, de manera descentralizada, planificada y coordinada a través de mecanismos de pago con tarifas racionales y diferenciales, coherentes con el ingreso de las personas.
Sobre la misma línea de recuperación de las industrias, Adrián propone el impulso del sector de tecnología, energía renovable y agricultura sostenible con el objetivo de reducir la dependencia del petróleo.
Considera crucial reformar la Ley de Hidrocarburos, reprofesionalizar a los trabajadores de la estatal petrolera y desvincular de manera absoluta a Pdvsa del partido de gobierno. Estos cambios y ajustes permitirán brindar garantías para atraer inversiones al rubro, expone.
“El desarrollo económico y la inclusión van de la mano con la conservación del ambiente, con el extractivismo consciente. Las ambiciones de producción en Venezuela justifican la explotación, pero no contemplan la restitución y, muchísimo menos, el cuidado del ecosistema; la restitución incluye hacer una ponderación entre los efectos al entorno y cómo pueden ser controlados o resarcidos”.
“Una nueva Venezuela, con todos, por todos y para todos”
El país que diseña Tamara Adrián en su plan de gobierno no admite exclusiones. De hecho, el lema de la campaña refiere al eje transversal de su programa: la inclusión de las diversidades, de los “grupos marginados, de quienes han sido dejados atrás” debido a la desigualdad y la discriminación.
“Mi plan contempla, por ejemplo, que las mujeres que se han convertido en madres antes de los 15 años, y no culminaron sus estudios, puedan acceder nuevamente a la educación; asimismo a los jóvenes alejados de las aulas por encontrarse en bandas criminales. No podemos hablar de bienestar si no somos capaces de romper el círculo de la pobreza, y la reinserción en el sistema educativo es un paso fundamental para lograrlo”.
Según la abogada, el futuro solo se construye en colectivo, sin reservas de admisión. Por tal razón, la perspectiva de género y el enfoque interseccional son elementos esenciales de su agenda.
“Hablar de desarrollo con inclusión significa enfrentarse a prejuicios, pero si un gobierno no entiende y reconoce esas variables [género, raza, identidad, discapacidad…] diseñará políticas públicas destinadas al fracaso porque no darían solución a las necesidades específicas de cada público objetivo”.
La magnitud de la “destrucción institucional” en el país conduce a la “frustración ciudadana”, esta clase de contexto, aunque fomente la fragmentación de la sociedad, también ha provocado resistencias mínimas al cambio, añade Adrián. Bajo la mirada de la candidata, la realidad descrita convierte a su proyecto en la Agenda de la Oportunidad.
“Podemos crear una Venezuela para el siglo XXI; moderna, con capacidades, una nueva educación, un nuevo paradigma económico y de producción; con una forma nueva de prestación de salud; una Venezuela con transformación social, donde quepamos todos con nuestras diferencias. Esas son mis prioridades, junto a la unidad en el ámbito político porque sin ella no se puede lograr el cambio”.
Desde Caracas habla al país
Según los asesores internacionales de Adrián, ella es “la candidata perfecta” por gozar de un grupo heterogéneo de seguidores, y superar por completo los sesgos basados en identidad de género y orientación sexual.
“Tengo una base de apoyo compuesta por personas cisgénero heterosexuales, mujeres, hombres y miembros del colectivo LGBT, así los perfiles de quienes simpatizan con mi propuesta rompen con el común denominador de las candidaturas de personas trans: respaldadas en su mayoría por miembros de la comunidad”.
A diferencia de otros candidatos opositores, la activista no ha podido recorrer Venezuela debido a la falta de recursos y financiamiento. Ante la imposibilidad de conocer las realidades diversas que componen a una nación en Emergencia Humanitaria Compleja, e incentivar -en medio de la crisis- a la participación electoral, ¿por qué postularse entonces a las Primarias?
“Esperé un apoyo más importante, pero las empresas interesadas en respaldarme tenían miedo a sufrir represalias por esa contribución, y el miedo es legítimo. Pese a la situación, me inscribí para dar seriedad a un proceso que desafortunadamente no la está teniendo lo suficiente. Creo que estamos pagando las consecuencias de dos actitudes, el revanchismo y la venganza”.
A juicio de la candidata, el “círculo vicioso” en el cual permanece sumida la oposición venezolana no le permite tener concreción, sentido y credibilidad frente a los ciudadanos. La dispersión y ausencia de coordinación -reflexiona Adrián- podrían sentenciar al país a repetir en 15 años el panorama actual.
“Entrar en el campo del revanchismo, que algunos ofrecen, no nos permite hablarles a los chavistas descontentos, que son muchos; ni nos permite convencer a quienes hoy están desenamorados, frustrados y no creen en nadie; no nos permite llegar a esos dos grupos fundamentales en este momento”.
La abogada también señala al “voluntarismo anárquico” como otra falla de la coalición opositora, y la más grave a su consideración. Con la expresión se refiere al “optimismo desmedido” usado en los mensajes de campaña.
Transmitir esperanza es indispensable, reconoce Adrián, pero en un proceso impregnado de incertidumbre, la claridad es igual de imprescindible.
“El gran error que hemos cometido es practicar el voluntarismo anárquico, que se refleja en los ‘se puede, sí lo vamos a hacer, lo vamos a lograr’. Pues no. Podremos en la medida que planifiquemos, tengamos estrategia y táctica ante un grupo hábil para desestabilizar; si fueran tan buenos para gobernar como lo son para crear problemas de estrategia, tendríamos una nación en bonanza completa”.
La necesidad de madurez y fortalecimiento del sector opositor en Venezuela, a la cual alude la candidata, resulta atravesada por un dilema adicional: las invalidaciones de algunos aspirantes a la presidencia. ¿Qué ocurrirá si la victoria es conseguida por un inhabilitado/a, o si el ganador/a recibe la invalidación tras el triunfo?
“Toda solución legal no tiene relevancia porque el régimen no comprende de justicia y legalidad. Sin entendimiento mutuo y códigos comunes, nos queda a nosotros [oposición] tomar acciones políticas, y la primera de ellas debe ser la unidad”.
Los riesgos alrededor de las inhabilitaciones plantean como posible respuesta el establecimiento de un orden de sucesión entre los candidatos a la carrera electoral de las Primarias, comenta Adrián. Sin embargo, la venezolana descarta la capacidad de la oposición de crear una alianza política capaz de perseguir esa solución.
“Desafortunadamente, a pesar de la situación gravísima, casi de terapia intensiva en la que está Venezuela, hay gente que antepone sus egos o intereses a un pacto por el país”.
Finalmente, Adrián llama a la “reunificación emocional de Venezuela”, pues de no ser restaurada la democracia y recuperado el país por medio de la justicia, el desarrollo y la riqueza, quienes han sufrido los golpes de la revolución seguirán guardando rencor, “así estaremos reproduciendo los patrones que han marcado los últimos 25 años de nuestra historia”.
Un evento clave
El camino a la Elección Primaria continúa definiéndose, aunque se encuentre a las puertas de su realización. La Comisión Nacional de Primarias (CNdP) ha sorteado distintos desafíos e irregularidades para alcanzar el objetivo; algunos de los retos son propios de un proceso autogestionado, otros han sido auspiciados por los intereses del régimen de Nicolás Maduro en su intento de entorpecer estas elecciones.
No obstante, y contra todo pronóstico, los comicios internos de la oposición se llevarán a cabo el 22 octubre. Serán 10 candidatos quienes se medirán en las urnas electorales luego del retiro de tres aspirantes.
Si bien las Primarias son el escenario donde resultará electo el/la representante de la oposición frente a las elecciones presidenciales de 2024, la ocasión también cuestionará la voluntad de unidad del sector opositor, y su capacidad de liderazgo sobre el futuro político de Venezuela.
Si desconoce su centro de votación y número de mesa, puede ingresar al Buscador oficial de la Elección Primaria: http://buscadorprimaria2023.com