Este domingo, 29 de noviembre, la justicia de Trinidad y Tobago detuvo la deportación de una madre venezolana y sus tres hijos. La orden judicial también determinó que a la mujer se le permitirá utilizar un teléfono celular para comunicarse con sus familiares y abogados.
Las cuatro personas hacen parte del grupo de venezolanos que fueron inicialmente deportados por las autoridades trinitenses y devueltos al mar en pésimas condiciones. Sin embargo, están de vuelta en la isla y esperan por una decisión judicial sobre su futuro.
Desde entonces, esa familia ha sido registrada en la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y su deportación se mantiene interrumpida hasta que se determine el caso.
El resto de venezolanos del grupo de una veintena de personas detenidas la semana pasada permanecen en situación de cuarentena a la espera de una decisión judicial que defina su futuro.
Con información de EFE
Prensa Frontera Viva